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Odisea |
Un viaje interior | ![]() |
La ciudad de los prodigiosEduardo Mendoza es un escritor extraordinario y La ciudad de los prodigios un libro magnífico. La novela describe la vida de un joven pueblerino, hijo de un indiano que llega a Barcelona cuando se están haciendo los preparativos para la exposición universal de 1888. A través de la vida del protagonista Mendoza nos cuenta la historia de la ciudad abarcando el cambio de siglo hasta llegar a la exposición de 1929. Así pues la novela se enmarca entre las dos exposiciones universales.No me cabe ninguna duda de que Mendoza debería estar en el Olimpo de los escritores contemporáneos con García Marquez o Vargas Llosa. ¿Herejía? Vale. Digamos que debería estar en mi cielo (novelístico) particular. En este libro el tejido literario es de finísima factura, con una densidad literaria a distancia de un buen escritor. Leyéndolo uno tiene la sensación que se disfruta más por la narración en si que por la historia que nos cuenta. Cada vez que he abierto el libro para continuar su lectura he sentido más la necesidad de sumergirme en su prosa que saber lo que va a ocurrir. Y eso es una sensación que no tengo habitualmente. El autor nos obsequia, además, con algunas notas de su peculiar estilo que dotan al relato de otros atractivos. En primer lugar el uso del humor y de la ironía. Me ha hecho sonreír a menudo y me ha arrancado en ocasiones una risa abierta y fresca. Incluiría alguna cita pero fuera de contexto puede que no resulte tan ingeniosa como cuando aparece, de repente, en medio de la narración. Otra característica. destacable también es la labor de documentación sobre la ciudad que encierra en sus páginas, hasta el punto de haber sido considerada La novela de Barcelona. La ingente información se mezcla de forma inteligente con la historia ficticia de los personajes. Así se tiene la sensación de estar oscilando entre la novela y el ensayo. El paso de un estilo a otro y el salto desde la realidad histórica a la leyenda nos sorprende constantemente y dotan al relato de una especie de realismo mágico pero con el sello de su autor. Me fascina la capacidad de llevar el discurso de un punto a otro y de encadenar ideas de una forma casi hipertextual (no se me ocurre otra metáfora, ¿será deformación profesional?). A veces uno goza de la literatura en mayúsculas. Supongo que, a estas alturas, no descubro nada pues mucho se ha dicho sobre esta novela. Pero por si hay por ahí alguien que todavía no ha descubierto a Eduardo Mendoza tiene la ocasión de entrar en su universo por la puerta grande. 2002-10-11 a las 16:54 | Odiseo | 2 Comentarios | # Referencias (TrackBacks)URL de trackback de esta historia http://odisea.blogalia.com//trackbacks/2882
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